¿Cuál es la aportación de la creación musical a la educación musical?:

Al igual que expresó el poeta caminante, no hay camino, / se hace camino al andar, en contexto educativo, la creación musical no debería reservarse como el último paso al que llegar, sino que debe integrarse como parte del proceso de aprendizaje y desarrollo musical de las personas. Esto se hace realidad cuando ampliamos ciertas miradas y concepciones relacionadas con la música que se crea y los roles de sus participantes. Es decir, por un lado, el sonido, como ente que se genera y es moldeable, va a ser motivo de juego y experimentación en sí mismo, siendo tratado como medio expresivo. Por otro lado, el convencimiento de que todo estudiante (por joven que sea) posee la capacidad de inventar e improvisar, y que el profesorado va a ser sensible a las nuevas producciones sonoras del aula, gestionando y guiando, en lugar de dirigir o imponer.

Cuando se da, la experiencia e investigación nos muestran que la creación musical, y más concretamente la composición colectiva, configura un contexto de aprendizaje capaz de estimular la búsqueda de recursos técnicos y sonoros, fomentar el intercambio de puntos de vista entre el alumnado y su sentido crítico y estético, ampliar el paisaje sonoro del aula, desarrollar la consciencia metacognitiva sobre las estrategias de aprendizaje utilizadas o posibles y, evidentemente, construir nuevo conocimiento. En definitiva, crear música para aprender música es clave en el desarrollo de las competencias tanto del ámbito musical como del personal y social.