TY - JOUR
T1 - El estudio de los incendios forestales como contribución al conocimiento de la arqueología del paisaje de montaña
AU - Morales, Marc Sánchez
AU - Coteron, Sara Rodríguez
AU - Pérez-Obiol, Ramon
AU - Pèlachs, Albert
AU - Nadal Tersa, Jordi
AU - Codron, Juan Carlos García
AU - Artigas, Raquel Cunill
AU - Martín, Virginia Carracedo
AU - Bergua, Salvador Beato
AU - Badia, Anna
N1 - Financiación:
Este trabajo ha sido posible gracias al apoyo de los proyectos coordinados del Ministerio de Economía y Competitividad (MEC) de España: Estudio biogeográfico histórico comparado (Montaña Cantábrica, Sis-tema Central y Pirineos): 18000 años de cambios climáticos y antrópicos sobre especies forestales indicadoras(CSO2015-65216-C2-1-P) y Calibración de indicadores de influencia humana y climática para la (re)in-terpretación de la expansión postglacial y de las dinámicas de los bosques en los últimos 18.000 años(PID2019-108282GB-I00/AEI/10.13039/501100011033), del Departamento de Geografía de la Universitat Autònoma de Barcelona. Además de la financiación de la Generalitat de Catalunya, Grup de Geografia Aplicada (AGAUR, Generalitat de Catalunya, 2017 SGR-00343 y 2021 SGR-00522).
PY - 2023/12/11
Y1 - 2023/12/11
N2 - El estudio de los incendios forestales del pasado ha permitido poner de
relieve la importancia del fuego en la configuración de los paisajes de las
zonas de montaña desde el inicio del Holoceno. Las formaciones vegetales
asociadas a las quemas regulares y las perturbaciones provocadas en el paisaje
han evolucionado a la vez que las actividades humanas se transformaban y se
adaptaban a los cambios ambientales. En los últimos años, distintas técnicas
paleobotánicas enmarcadas en la geohistoria ambiental han resaltado la
importancia de los trabajos pluridisciplinarios. Concretamente, se ha visto la
necesidad de complementar y contrastar los indicadores relativos a las plantas
leñosas, tales como el polen y los palinomorfos no polínicos. Por ejemplo, las
condiciones sedimentarias de los lagos y las turberas han permitido el estudio
de macrocarbones (> 150 μm) y microcarbones sedimentarios (< 150 μm)
interpretados a escala de cada valle. En los suelos, la pedoantracología (>
400 μm) ha aportado información espacial local y relativa a la composición de
especies leñosas. Asimismo, las marcas de fuego en los anillos de crecimiento
de los árboles son una opción para ajustar algunas cronologías. Este trabajo
tiene como objetivo valorar qué aportaciones se pueden realizar desde la
geografía histórica ambiental que sean útiles para la arqueología del paisaje
de montaña. Para ello se han revisado las principales técnicas paleobotánicas
para el estudio de los incendios del pasado en las zonas de montaña, se debate
acerca de la precisión espacial y temporal de los carbones según su tamaño y la
técnica de muestreo empleada y se discute cómo distinguir las señales
climáticas y humanas en los incendios forestales. Los principales resultados
apuntan a que los incendios naturales han quemado todo tipo de paisajes con
independencia de la formación vegetal. La cantidad de biomasa disponible en
cada momento se ha demostrado que ha sido un factor determinante de la
intensidad de los incendios. Finalmente, la combinación de carbones sedimentarios
e indicadores polínicos sugieren que han existido fuegos provocados por la
acción humana desde el inicio del Neolítico, mientras que aún no queda claro si
los incendios que hubo en tiempos pretéritos tuvieron influencia antrópica o no.
AB - El estudio de los incendios forestales del pasado ha permitido poner de
relieve la importancia del fuego en la configuración de los paisajes de las
zonas de montaña desde el inicio del Holoceno. Las formaciones vegetales
asociadas a las quemas regulares y las perturbaciones provocadas en el paisaje
han evolucionado a la vez que las actividades humanas se transformaban y se
adaptaban a los cambios ambientales. En los últimos años, distintas técnicas
paleobotánicas enmarcadas en la geohistoria ambiental han resaltado la
importancia de los trabajos pluridisciplinarios. Concretamente, se ha visto la
necesidad de complementar y contrastar los indicadores relativos a las plantas
leñosas, tales como el polen y los palinomorfos no polínicos. Por ejemplo, las
condiciones sedimentarias de los lagos y las turberas han permitido el estudio
de macrocarbones (> 150 μm) y microcarbones sedimentarios (< 150 μm)
interpretados a escala de cada valle. En los suelos, la pedoantracología (>
400 μm) ha aportado información espacial local y relativa a la composición de
especies leñosas. Asimismo, las marcas de fuego en los anillos de crecimiento
de los árboles son una opción para ajustar algunas cronologías. Este trabajo
tiene como objetivo valorar qué aportaciones se pueden realizar desde la
geografía histórica ambiental que sean útiles para la arqueología del paisaje
de montaña. Para ello se han revisado las principales técnicas paleobotánicas
para el estudio de los incendios del pasado en las zonas de montaña, se debate
acerca de la precisión espacial y temporal de los carbones según su tamaño y la
técnica de muestreo empleada y se discute cómo distinguir las señales
climáticas y humanas en los incendios forestales. Los principales resultados
apuntan a que los incendios naturales han quemado todo tipo de paisajes con
independencia de la formación vegetal. La cantidad de biomasa disponible en
cada momento se ha demostrado que ha sido un factor determinante de la
intensidad de los incendios. Finalmente, la combinación de carbones sedimentarios
e indicadores polínicos sugieren que han existido fuegos provocados por la
acción humana desde el inicio del Neolítico, mientras que aún no queda claro si
los incendios que hubo en tiempos pretéritos tuvieron influencia antrópica o no.
UR - http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=9231709
U2 - 10.5565/rev/tda.132
DO - 10.5565/rev/tda.132
M3 - Artículo
SN - 1134-9263
VL - 26
SP - 111
EP - 126
JO - Treballs d'arqueologia
JF - Treballs d'arqueologia
ER -