Frontera y periferia al norte de El Argar

Los Estados nación y sus fronteras determinan nuestra percepción del mundo actual, pero también nuestras condiciones materiales de vida. Cualquier Estado, actual o antiguo, necesita gobernar sobre un territorio claramente delimitado, y las fronteras responden a este mecanismo de apropiación y control del espacio social.
Desde la arqueología tenemos la oportunidad reveladora de estudiar como los primeros Estados desarrollaron e impusieron los primeros límites políticos. Es crucial tener en cuenta, tal y como nos recuerdan antropólogos como Pierre Clastres o James Scott, que las sociedades al margen de los Estados suelen ser conscientes de lo que implica la dominación por parte de un Estado y, muy frecuentemente, desarrollan estrategias de resistencia a su dominación. Es por eso que los Estados primigenios no pueden estudiarse “en un vacío”, sin tener en cuenta las consecuencias de su aparición para las sociedades de su alrededor.