Resum
Este artículo investiga los vínculos que el artista Gerhard Richter establece
entre fotografía y pintura durante su trayectoria artística, iniciada a partir de
los años sesenta. Desde entonces, el objetivo de Richter ha sido construir
imágenes, tanto pictóricas como fotográficas, ya sean borrosas o nítidas,
geométricas, abstractas o figurativas. El mundo que pinta Richter está
formado por situaciones banales, por personas anónimas, por paisajes
conocidos, y eso nos hace sentir cómodos como espectadores, porque parece
que Richter esté creando un archivo de lugares conocidos, de momentos con
los que podemos conectar desde nuestra subjetividad. El hecho de que gran
parte de las imágenes sean borrosas nos muestra que no está pintando
fotografías, sino que está construyendo imágenes, a partir de la fotografía y
mediante la pintura; pero lo que tenemos ante nosotros no es ni una cosa ni la
otra. Precisamente la riqueza de su propuesta artística reside en el hecho de
situarse en esta zona intermedia entre fotografía y pintura, entre figuración y
abstracción, entre lo subjetivo y lo colectivo. Richter crea un registro extenso
y variado de diferentes tipologías de imágenes, que forman parte de nuestro
universo cotidiano, y que por ser pintadas toman cuerpo, creando poco a poco
una realidad simulada, un archivo vasto y estético donde nos podemos
encontrar reflejados, interrogados, seducidos. El archivo de imágenes de
Gerhard Richter nos invita, de hecho, a preguntarnos por nuestra relación con
el mundo y con sus representaciones.
entre fotografía y pintura durante su trayectoria artística, iniciada a partir de
los años sesenta. Desde entonces, el objetivo de Richter ha sido construir
imágenes, tanto pictóricas como fotográficas, ya sean borrosas o nítidas,
geométricas, abstractas o figurativas. El mundo que pinta Richter está
formado por situaciones banales, por personas anónimas, por paisajes
conocidos, y eso nos hace sentir cómodos como espectadores, porque parece
que Richter esté creando un archivo de lugares conocidos, de momentos con
los que podemos conectar desde nuestra subjetividad. El hecho de que gran
parte de las imágenes sean borrosas nos muestra que no está pintando
fotografías, sino que está construyendo imágenes, a partir de la fotografía y
mediante la pintura; pero lo que tenemos ante nosotros no es ni una cosa ni la
otra. Precisamente la riqueza de su propuesta artística reside en el hecho de
situarse en esta zona intermedia entre fotografía y pintura, entre figuración y
abstracción, entre lo subjetivo y lo colectivo. Richter crea un registro extenso
y variado de diferentes tipologías de imágenes, que forman parte de nuestro
universo cotidiano, y que por ser pintadas toman cuerpo, creando poco a poco
una realidad simulada, un archivo vasto y estético donde nos podemos
encontrar reflejados, interrogados, seducidos. El archivo de imágenes de
Gerhard Richter nos invita, de hecho, a preguntarnos por nuestra relación con
el mundo y con sus representaciones.
Idioma original | Espanyol |
---|---|
Pàgines (de-a) | 101-118 |
Nombre de pàgines | 19 |
Revista | Barcelona research art creation |
Volum | 8 |
Número | 2 |
DOIs | |
Estat de la publicació | Publicada - 3 de juny 2020 |